Desde Brasil llegaron malas noticias para Keiko Fujimori. El diario conservador O Globo publicó un informe que recoge el testimonio de Marcelo Odebrecht en torno a los aportes que hizo -según la propia confesión del empresario- a la campaña electoral del 2011 de la lideresa de Fuerza Popular (FP). El dinero habría salido de la llamada Caja 2, manejada por el Departamento de Operaciones estructuradas de la constructora y reservada para el pago de coimas. 

Estos indicios podrían abonar a favor de una investigación contra Keiko Fujimori. Y ahí, hay una ironía: parte de los argumentos que se usaron, desde el fujimorismo, para impulsar y luego aplaudir una carcelería a Ollanta Humala y Nadine Heredia, podrían aplicarse a la excandidata presidencial. 

La lideresa de FP, a su vez, se encuentra frente a un dilema: la permanencia de Humala perjudica su situación judicial y su salida avala una eventual liberación de su padre, Alberto Fujimori. En todo caso, no creo que con ninguna de las dos posibilidades esté contenta. 

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