A partir de este lunes se descontarán el sueldo a los profesores que se mantengan en huelga y no vuelvan a dictar clases. En caso dejen de asistir cuatro días a trabajar serán despedidos. Una medida que no asusta a los docentes que mantienen la medida de fuerza en varias regiones y cuyo reclamos tienen dos puntos medulares: un aumento salarial y la eliminación, o en todo caso su postergación, de la evaluación del 2018.  

La huelga también evidencia el descontento de los profesores de las regiones en torno a los dirigentes del Sutep (controlado históricamente por Patria Roja), al que acusan de entreguista y de negociar solo a favor de sus intereses particulares. Asimismo, están descontentos con el sindicato por administrar como quieren el presupuesto de la derrama magisterial. 

Desde lo gremial y gubernamental, se ha señalado que la huelga está contaminada por el Movadef y que el objetivo de esta infiltración es buscar figuración política para los comicios del próximo año. Así las cosas, solo queda esperar que la política pequeña del Sutep y la falta de capacidad de negociar del Gobierno no agraven aún más el alicaído sector educación. De momento hay un millón de escolares que pueden perder el año escolar.