Asistimos a una ofensiva agresiva, o como la califica El Comercio, irracional de parte del fujimorismo y sus aliados incidentales en contra del estado de derecho y la estabilidad democrática en el país. Algo que no sorprende pero que sí nos lleva a esperar otra reacción de parte del Ejecutivo por defender lo que está en juego.

Ha quedado largamente anotado el desprecio del fujimorismo por la democracia, algo que está inscrito en sus genes y que lo está llevando a pasos agigantados al camino del golpe de estado, solo que desde el Legislativo.

Pero esta polca necesita a dos para ser bailada y la oposición ha tenido una estupenda pareja de baile en el gobierno. Un gobierno miedoso, errático y sin liderazgo. No habríamos llegado tan lejos si no hubiera sido por la incapacidad política de parte de este gobierno.