Por el afán autodestructivo de algunos, o por la sombra de los dineros corruptos de las constructoras brasileñas, la izquierda peruana que con la elección de Susana Villarán y la buena performance de Verónika Mendoza parecía revivir un renacimiento, atraviesa una gravísima crisis de legitimidad. 

¿Cuál es la situación de este espectro político, necesario en el escenario de debate nacional, si lo comparamos con sus similares en la región?