La inminente jubilación de nuestra clase política está a punto de llegar con el testimonio de Jorge Barata, por eso es que es importante no dejarse distraer con ese topo del Fujimorismo llamado Yeni Vilcatoma, que con tal de ganar un poco de protagonismo y dejar de ser una paria, ha decidido hacer el trabajo sucio, ese que incluso a los miembros de la bancada mototaxi les produce vergüenza.

Como sicario a sueldo del fujimorismo, Vilcatoma ha emprendido una verdadera acometida enloquecida contra todo lo que se le pone delante. Una falsa fiscalizadora que nunca ha mencionado, por ejemplo, a Joaquín Ramírez y que de ninguna manera hablará de Keiko Fujimori. Las barrabasadas de Vilcatoma y de las Vilcatomas del Congreso no pararán, por el contrario, ahora que el peligro es más real que nunca seguramente se redoblarán.