Finalmente el Jurado Nacional de Elecciones admitió la demanda de rendición de cuentas contra el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, uno de los pocos beneficiados con los escándalos políticos de los últimos meses que ocurrieron justo cuando la opinión pública estaba comenzando a fijarse en su gestión. Una gestión mediocre y apática en la que no han faltado irregularidades.

Que un alcalde con sus credenciales de ineficiencia y desprecio por la democracia mantenga largamente por encima su popularidad de los dos dígitos, habla claramente de la poca implicancia que tienen los limeños en los asuntos de su comuna y de la poca conciencia que tienen de sus derechos ciudadanos.