Ahora mismo al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski lo único que le importa es su supervivencia. En primer lugar frente al nuevo pedido de vacancia que se viene y en segundo lugar frente a las inminentes declaraciones de Jorge Barata que perfectamente podrían implica aún más a Kuczynski con la empresa Odebrecht.

El Gobierno invierte tantas energías tratando de ganar un poco de tiempo de vida que pierde de vista lo que debería de ser su principal cometido: gobernar. Una situación tan evidente y tan dramática, que hace poco se le escuchó decir a Kuczynski "el tiempo pasa pero yo sigo".