El comportamiento abusivo y desproporcionado del juez Richard Concepción Carhuancho y del fiscal Germán Juárez Atoche ha conseguido lo que hace unos meses parecía improbable: generar un consenso, o al menos una mayoría, que apoye a Ollanta Humala y Nadine Heredia. 

Incluso sus peores críticos los respaldan frente a este tratamiento de la justicia peruana. Y todo es más extraño, luego de la decisión del juez Carhuancho, que esta semana suspendió la incautación de la vivienda por treinta días para permitir que sea abandonada de un manera más ordenada.