Martín Vizcarra lleva cien días como presidente del Perú con una marcada caída en su popularidad. Tuvo un buen comienzo, mostró una actitud distinta a la de Pedro Pablo Kuczynski. Parece ser una persona más conectada, que es consciente de la exigencia de sus ciudadanos.
Pero las buenas intenciones y su trabajo no han rendido los frutos que seguramente habría deseado. Peor todavía, la mayoría de encuestados siente que este gobierno es una continuación del anterior.