El presidente Martín Vizcarra hablo de corrupción, feminicidios, educación con enfoque de igualdad de género, medio ambiente y sorprendió a todos con su convocatoria a referéndum para que los ciudadanos decidan sobre la reelección a congresistas y otros temas. Todo esto ha sido tomado por un sector de la derecha peruana como un acto de bolchevismo revolucionario o incluso como "terrorismo". 

Esto, sin embargo, solo es plantear ideas que cuestionan el orden establecido, pensar más allá de los beneficios de los mercados, normalizar un debate que estaba achatado por falta de propuestas e inteligencia.

Queda claro que el discurso de Vizcarra fue pronunciado dentro del Congreso, pero estuvo dirigido a quienes estaban afuera, en las calles. Esto demuestra que el mandatario peruano ha sabido traducir el sentimiento de indignación y desprecio por la corrupción de los ciudadanos, y lo ha convertido en su principal arma contra Fuerza Popular (FP), ante quien hasta ahora había mostrado una actitud más bien dubitativa e incluso sumisa.

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