Personas como Walter Ríos y César Hinostroza, son tan responsables de los crímenes que se cometen como de los propios delincuentes a los que mantienen en las calles a cambio de un fajo de billetes.

Uno de los tantos efectos positivos de la publicación de estos audios, es que hemos podido librarnos de algunas personas que impartían la ley cuando, como ocurre ahora, debían ser sometidos a ellas.