Los cuellos blancos del puerto no existen. Eso es lo que ha decidido la Comisión Permanente del Congreso, al no considerar al juez supremo César Hinostroza como miembro de esta organización criminal.

Todos hemos escuchado como operaba, cuáles eran sus negocios. Hemos sentido vergüenza y asco por los audios de la corrupción, pero para el Congreso esta evidencia flagrante no es suficiente.