Estas elecciones regionales y municipales nos dejan varias enseñanzas. Unas elecciones marcadas por la indiferencia al inicio y luego por la volatibilidad. 

Los debates organizados por el JNE se creía que eran irrelevantes pero permitieron que se conociera a los postulantes, planes de gobierno y tomaran una decisión. Esto dio impulso a Muñoz pero visibilizó a algunos candidatos que de otro modo habían pasado desapercibidos como Alberto Beingolea y Enrique Fernández.

Hasta ahora Renzo Reggiardo debe estar lamentándose por ese gesto de soberbia y falta de cálculo político que fue ausentarse cuando le tocaba debatir y encima lanzarse a organizar su propio debate cuando era evidente que la campaña recién empezaba a calentar.