La elección de Carlos Castillo como nuevo arzobispo de Lima es importante por varia razones.
Si Juan Luis Cirpriani era un conservador ultramontano perteneciente al Opus Dei, Castillo pertenece a una de las corrientes más progresistas de la iglesia, manteniendo una estrecha relación con Gustavo Gutiérrez, fundador de la teología de la liberación.