Como suele ocurrir en estos casos, las excusas dadas por Yonhy Lescano luego que una periodista lo denunciara por acoso sexual, no le han servido para despejar las dudas, sino que lo han puesto en una situación mucho más comprometedora.
Lescano inició su defensa asegurando que los mensajes habían sido enviados por uno de sus agentes de seguridad, pero estos lo desmintieron diciendo que solo respondieron algunas llamadas siempre en horario de trabajo, y que no han manipulado el teléfono.