La condena contra Pedro Salinas, pasará a la historia como lo que realmente es: una condecoración. Ha pagado el precio por una de las investigaciones periodísticas más relevantes de los últimos años, que se tradujo en el libro 'Mitad Monjes, Mitad Soldados'.
En una columna periodística, Salinas aseguró que José Antonio Eguren era el Juan Barros peruano, pues como el obispo chileno que encubrió los casos del pederasta Karadima, participó en la creación de una cultura de abuso de poder como la que se practicó dentro del Sodalicio.