La prisión preventiva de Susana Villlarán, demuestran que su caso está mucho más avanzado que los demás y que junto con Alejandro Toledo la exalcaldesa de Lima tiene el peor pronóstico de esta ofensiva contra la corrupción.

Abierto este frente, la estrategia legal de Villarán y del exgerente José Miguel Castro, resulta bastante evidente. Han decidido asumir todas las culpas y limpiar de responsabilidades a todas las personas de su entorno.