Rudolf Gulliani, alcalde de Nueva York durante las semanas próximas al atentado en el World Trade Center, le hizo un flaco favor a la campaña fujimorista. Apoyando las torturas como método de interrogación durante el debate de las Naciones Unidas por las violaciones a los derechos humanos de Alberto Fujimori. Sus vínculos con el Perú no finalizan ahí y continúan hasta hoy. El punto de contacto con nuestro país es Gonzalo Ortiz de Zevallos, abogado cuya candidatura al TC votada antes de la cuestión de confianza planteada por Salvador del Solar desencadeno la disolución del congreso. Presunta venta de El Comercio a medios conservadores extranjeros tendrían como nexo a ambos personajes mencionados.